jueves, 9 de julio de 2015

Me siento...

Me siento... Rota. En mil pedacitos. Otra vez.

Como si tuviese 6 años y me hayan castigado contra la pared, sin poder ver nada mas que mis pies. Sin poder moverme. Solo esperar de pie.

Me siento engañada: promesa tras promesa...y ninguna llega.

Me siento estafada, poniendo todo lo que tenia sobre la mesa a cambio de las sobras.

Decepcionada, porque una vez mas no hay quien me demuestre que merece la pena hacer el esfuerzo por mi, despues de tantos que yo hice.

Me siento triste, porque hasta yo he llegado a preguntarme si mereció la pena. Y no se la respuesta.

Soy la tonta que se dejo engañar...ni que fuese la primera vez, no?

Dicen que el que te quiere te busca... Quizas ese fue el problema, que nunca tuviste que buscarme porque siempre estuve ahi.

En que momento me di cuenta? No lo se... pero supongo que en el fondo los dos lo intuiamos, aunque ninguno quisiera verlo.

domingo, 24 de mayo de 2015

Como la trucha al trucho

Se va un pedacito de mi.
Y los recuerdos vienen a mi cabeza a borbotones, peleando unos con otros por cinco segundos de protagonismo; gritando: ¿Te acuerdas cuando te hizo un disfraz de hada? ¿Te acuerdas cuando se dormía la siesta y se ponía a roncar?¿Te acuerdas cuando paseábais juntas...?
Si, me acuerdo.
Aunque sigue aquí es como si ya se hubiese ido, porque ya nada puede evitarlo.
Te pasas la vida sabiendo que el momento llegará antes o después, que es ley de vida y que a todos nos llega la hora, pero no por eso duele menos.
Y te aferras a todos esos recuerdos que puedes reciclar y reunir, a las fotos, a los olores, a sus cosas...
Los guardas como tesoros bajo llave para poder visitarlos de vez en cuando sin que duela demasiado, o mejor dicho, aunque duela demasiado.
Y te paras a pensarlo, y te das cuenta que cada vez quedan menos recuerdos, se te olvidan los rostros incluso mirando las fotos, se borran los olores...
Y la vida sigue. Quizas no hoy, ni mañana, ni pasado, pero sigue.

Asi que aqui se queda la niña de tus ojos, con todos tus recuerdos, echándote de menos aunque aun no te hayas ido. Deseando ser tu hada madrina, con capirote rosa y todo, y saber que aunque no pueda ir contigo, vayas donde vayas estás bien.

Y que no se te olvide, que te quiero mucho, como la trucha al trucho.

viernes, 8 de mayo de 2015

Promesas...

Dicen que lo peor no es estar solo, sino acabar con alguien que te haga sentir asi.
Que alguien se lo lleve todo de ti y te de lo suficiente como para pensar que siempre puede mejorar aunque no lo haga. Y que siempre tengas ese sentimiento de corazon medio vacío, que se llena con promesas...
Y que al final solo son eso...
Disfrutar siempre de cada momento con el pensamiento de felicidad a medias. De caricias insuficientes, que te dejan con ganas de más.
Odio que no tengas ganas de quedarte.  Que un beso te parezca suficiente, y no me robes otros 50 después.
Que se me aburran las palabras en la boca por miedo a soltar demasiadas, porque no quieras escucharlas.
Que tu boca no se ponga de acuerdo con la mia, y me digas que me quieres como si te lo chivaran en un papel.
Odio conformarme con tan poco, porque no tengas ni tiempo ni ganas.
Y odio que te vayas, porque siempre me parece pronto.

Y sin embargo me encanta que me engañes y me alegres el oido cuando lo necesito.
Porque no puedo evitar sonreir cuando te quedas 5 minutos más, aunque tenga que pedirtelo 2 veces.
Que me pidas un abrazo cuando me muero por dartelo aunque te diga que no.
O que te acerques a mi cuando yo no puedo.

viernes, 4 de julio de 2014

Sálveme quien pueda.

Y si me vas a besar... bésame bien. Con ganas. Con ansia... Con sed. Como si fuese agua en medio del desierto.
Pero cierra los ojos, y que al hacerlo se te olvide el mundo. Que no recuerdes ni tu nombre y pierdas la noción del tiempo. Ciérralos... como cuando estás en las alturas, disfrutando del viento que te acaricia el pelo y te sopla en el cuello.

Si me vas a besar que no sea solo con los labios, hazlo con los ojos, con las manos... Hasta que pierdas el control.

Si me vas a besar...Sálvese quien pueda.

Si me vas a besar... que sea sin juegos. Sin peros. Sin "quiero pero no puedo".

Así que mejor no lo hagas... que a lo bueno uno se acostumbra, y a nadie le gusta echar de menos un beso... no?



sábado, 10 de mayo de 2014

El escondite.

Estaba harta de jugar al escondite. Mas que nada por que siempre me tocaba contar a mi.
Emocionada, contaba las horas para verte, mientras tu te escondías, a conciencia. Como siempre haces.

Era tu juego. Te convertiste en un profesional del escondite...o en un profesional de los tramposos, mas bien.
Me hacías trampa. Y lo hacías con ganas. Con la sonrisa en la cara como todas aquellas otras cosas que te encantan.

 Pero... ¿Qué sentido tiene jugar así? Ninguno para mí.
Cambiaste tanto las normas a tu gusto que dejamos de jugar a lo mismo. Cada uno por su lado.
Y llegó ese momento, donde ya ni siquiera había juego. No había nada.

Con el tiempo me di cuenta, supongo...De que el juego era tan solo una excusa que utilizabas para alejarte cada vez más de mi. Y aunque me costó mucho, decidí darte lo que tanto querías.

Jugar por última vez. 

Tu contabas, y yo me escondía. 

No importaba si hacías trampa echando un vistazo entre los dedos. Te dí ventaja. 

Se que prometí hacerlo bien, pero tenía miedo que no vinieses a buscarme... Y no lo hiciste. 

Tu estrategia era esperar a que yo saliera de mi pequeño rincón. Pero me dormí. 
Me cansé de esperar que vinieses a por mí.

Dejé de contar, dejé de buscar... dejé de jugar.

lunes, 5 de mayo de 2014

Como el perro y el gato.

A veces las cosas no tienen sentido. Y a veces las personas tampoco. Ni tú, ni yo, ni el resto.

Os pasáis el día como el perro y el gato, en lucha constante por ver quien aguanta más la batalla de silencio. Hasta que uno de los dos cae; normalmente tú... Llegas con los brazos extendidos en busca de caricias hacia él...pero se mantiene firme y frío. Vuelves a tu rinconcito, arrastrando rabia y con el orgullo herido, y planeas la revancha... venganza de sentimientos, ataque rencor y coges cualquier arma a tu alcance...
Y la usas.
Vaya que si la usas... La desgastas.
Y ahora es él quien viene a acurrucarse... con la boca llena de halagos, pero tú no caes. Porque ya te conoces la historia. Tanta palabrería te nubla la mente. Es mejor no escuchar.
Al final del día ya no se sabe quien es el gato y quien el perro. Quien dijo qué y porqué lo hizo. Si hiciste mal se te olvidó pedir perdón y si hiciste bien solo parecía interés.
Al final del día la confianza ya no está, y el silencio es lo único que se oye. Os evitáis el uno al otro mientras una voz en vuestra cabeza os grita lo contrario. Pero tú tienes que aguantar, porque tienes que ser el fuerte. "Que venga si quiere" piensas...

Y así señoras y señores, es como se joden las cosas sin sentido. Las buenas cosas sin sentido.

miércoles, 16 de abril de 2014

Me fui.

Hice la maleta y metí los besos que me diste, las rosas de papel y las notitas en las que me pedías perdón. Guardé las sonrisas, las miradas y las caricias. Aún había sitio para todos esos besos que no nos dimos. Para aquellos planes que nunca llevamos a cabo, para aquellas promesas que no se cumplieron. Había sitio para los sentimientos que no tuviste. Quedaba sitio para ti en cada rincón de la maleta.

Preferí no llevarme los malos recuerdos, ya de poco me servían. En los bolsillos no me cabían las lágrimas, ni las noches en vela. No tenía sitio ni para guardar los silencios incómodos ni los malos ratos.

Pero cogí la maleta, y pesaba demasiado. No se si era por lo que había dentro, o por lo que no había. Me escocían las yemas de los dedos y me ardía la piel. Notaba el picor subiendo por mi brazo mientras me temblaban las manos...

Así que me fui.

Dejé la maleta en el rincón más oscuro de la habitación, y sin volver la vista atrás cerré la puerta tras de mi. Eché el cerrojo y tiré la llave en la primera papelera que vi. Sin ni siquiera una vista atrás. Sin escuchar las voces que me llamaban desde aquel rincón oscuro.

Simplemente me fui con lo puesto.