¿Porqué me siento como si siempre fuese la persona correcta en el momento equivocado? ¿Será que siempre llego tarde?
Ojalá no me importase. No estar preocupada por nada en absoluto y que todo me diese igual.
No sentir nada. No esperar nada de nadie, no dejar que nadie me decepcione.
Pasar de todo y de todos sin pasarlo mal.
No tener ningún tipo de remordimientos al portarme como una hija de puta con los demás, se lo merezcan o no.
Que no me lleven los demonios ni me coman los celos.
No ser yo la que acaba llorando.
No amargarme por nada ni nadie...
Y sin embargo seguiría pensando que es la persona correcta en un momento equivocado. Aunque se esté perdiendo lo mejor por miedo a disfrutarlo. Aunque cada vez sea más difícil.
Difícil porque de vez en cuando lo único que necesitas es que alguien te diga:
-Quédate conmigo.