domingo, 24 de mayo de 2015

Como la trucha al trucho

Se va un pedacito de mi.
Y los recuerdos vienen a mi cabeza a borbotones, peleando unos con otros por cinco segundos de protagonismo; gritando: ¿Te acuerdas cuando te hizo un disfraz de hada? ¿Te acuerdas cuando se dormía la siesta y se ponía a roncar?¿Te acuerdas cuando paseábais juntas...?
Si, me acuerdo.
Aunque sigue aquí es como si ya se hubiese ido, porque ya nada puede evitarlo.
Te pasas la vida sabiendo que el momento llegará antes o después, que es ley de vida y que a todos nos llega la hora, pero no por eso duele menos.
Y te aferras a todos esos recuerdos que puedes reciclar y reunir, a las fotos, a los olores, a sus cosas...
Los guardas como tesoros bajo llave para poder visitarlos de vez en cuando sin que duela demasiado, o mejor dicho, aunque duela demasiado.
Y te paras a pensarlo, y te das cuenta que cada vez quedan menos recuerdos, se te olvidan los rostros incluso mirando las fotos, se borran los olores...
Y la vida sigue. Quizas no hoy, ni mañana, ni pasado, pero sigue.

Asi que aqui se queda la niña de tus ojos, con todos tus recuerdos, echándote de menos aunque aun no te hayas ido. Deseando ser tu hada madrina, con capirote rosa y todo, y saber que aunque no pueda ir contigo, vayas donde vayas estás bien.

Y que no se te olvide, que te quiero mucho, como la trucha al trucho.

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