Me quedé con las ganas de decirte muchas cosas...
Que duele ser tu amiga. Que duele ser algo y no serlo a la vez. Que duele estar ahí, pero duele más no estarlo.
Que me enveneno con mis propios pensamientos, que me llevan los demonios.
Que me siento MUY estúpida. Más aún que ninguna otra vez anterior. Que me parece injusto no haberlo sabido antes, ignorante y confiada como siempre.
Y lo peor de todo es que ni siquiera se de quien es la culpa.
Que aprendí cosas buenas, pero también cosas malas.
Que no volverá a pasar. Que esta es la última vez.
Y sobretodo tenía que decirte, a ti y a todos, que yo no soy para un rato y que merezco más que eso.