viernes, 24 de mayo de 2013

No soy yo, eres tú.


Acabo de darme cuenta de lo que la gente ve en mí cuando me conoce por primera vez. Y es así por que me he visto reflejada en otra persona. Tantas cosas en común... estaba claro que no iba a salir bien. 

Acabo de darme cuenta de que si me conociese a mi misma ni yo misma me soportaría. 
¿Cómo puedo si quiera culpar a alguien por no querer estar cerca, si ni siquiera yo misma lo haría?
Si no me soporto ni yo, ¿como me va a soportar el resto?

Quizás con un cambio de actitud. Un cambio de todo... Un cambio de los de verdad, y no de esos que duran lo que tarda en llegar el primer chulito de turno que te saca dos sonrisas y te acaricia la oreja.

Un muro sería un buen cambio... ¿pero a qué precio?

El problema no es solo mi cambio de actitud, sino que la actitud del resto ya no me sorprende. Ya no me aporta absolutamente nada. 

Nadie que no pretenda quedarse merece la pena el tiempo suficiente para conocerle. Y quien no espera por ti lo suficiente como para conocerte no merece la pena que se quede. Es así de sencillo.

"No soy yo, eres tú."


No...

No creas que por verme llorar sabes qué me afecta. No creas que por escucharme entiendes mis problemas. No creas que por llevar en mi vida dos días me conoces mejor que cualquiera. 

No lo has intentado más que nadie. 
Siento decirte que no eres mejor que ninguno de los anteriores. 

Te sobra diversión.
Te faltan buenas intenciones.

No tener motivos para quedarte es un buen motivo para irte.




miércoles, 22 de mayo de 2013

No es suficiente.

¿En qué momento lo echaste todo a perder?
¿En qué momento dejaste que todo se pudriera?
¿En qué momento dejaste de mirar hacia delante y comenzaste a deambular, adentrándote en un camino que no querías recorrer?
¿En qué momento pensaste que sería mejor adaptarse a los deseos del resto?
¿En qué momento te perdiste a ti misma?
¿En qué momento te diste cuenta de que no había vuelta atrás?

A esto es a lo que has llegado.
Y esto no es suficiente.
Quizás cuando todo termine el "ahora" sea diferente.

Nada cambia.

Pase lo que pase nada cambia.

Una noche te metes en la cama a reflexionar y piensas en todo el tiempo que ha pasado desde esa última vez que hiciste recuento de lo bueno y de lo malo.
De vez en cuando la balanza se inclina, cambiando por completo tu estado de ánimo hacia uno u otro extremo. Tanto que a veces parece imposible encontrar un termino medio.

Estamos tan acostumbrados a llevar los problemas a la espalda que ya ni sabemos deshacernos de ellos. Cada vez más encorvados, llevamos tantos que uno más ya no hace diferencia alguna.

Y después de varios meses te das cuenta de que nada ha cambiado en absoluto. Ni tú tampoco.
Unos entran en tu vida y otros salen de ella, y los que siguen estando ahí se hacen notar de vez en cuando...Demasiado como para echarlos de menos, demasiado poco como para echarlos.

La gente sale de tu vida con la rapidez de un parpadeo. En ocasiones dejan huella, en otras no dejan nada.

Pase lo que pase nada cambia. Al final todo sigue exactamente igual que antes. Los mismos problemas a la espalda, la mismas ataduras, las mismas expectativas, las mismas aspiraciones, los mismos sueños, los mismos deseos...

NADA CAMBIA.

martes, 21 de mayo de 2013

Casi puedo verlo.

Camino sin mirar hacia dónde voy.
No hay sendero, mas aquel que dejo tras de mí.

Camino a ciegas, a tientas, pisando fuerte para no caerme.
Hasta que llega un momento en el que no puedo seguir.

 Ni tampoco sé volver.

 Algo me bloquea, pero no hay nada ni nadie a mi alrededor; nada que me indique dónde estoy, nadie que me de una pista o me tienda la mano.

Algo me bloquea... Es el miedo.

Yo nunca tuve miedo.
Nunca me paré a mitad del camino; ni siquiera para orientarme, o recapacitar.
Nunca me paré a mitad del camino para no pensar.

Y ahora no puedo moverme.

Nunca pedí ayuda. Nunca la quise.
Tras un tropiezo siempre volví a ponerme en marcha, aunque de vez en cuando echase la vista atrás. Siempre con la conciencia inocente e ingenua... sobretodo ingenua.

Entre tanto silencio, entre tanta oscuridad, entre tanta "NADA"... y sin poder moverme.
Me he perdido.

No hay brújula.
No hay mapa.
No hay timón.

Pero puedo sentir el miedo. Puedo oler que está en el aire. Casi puedo verlo. Es un miedo nuevo, diferente, intrigante, que me invita a seguirlo, a disfrutarlo... Pero no puedo moverme.

domingo, 19 de mayo de 2013

Un poquito menos.

Cada día dueles un poquito menos.
Sobretodo en días como hoy.

jueves, 2 de mayo de 2013

¿Para qué?

¿Para qué querría yo a alguien como tú?
¿Para qué?
¿Para qué querría a alguien que no sabe valorarme, alguien a quien no le importa lo mucho o poco que me preocupo, las veces que pienso en él, las veces que lo echo de menos?
¿Para qué querría a alguien que no tiene las cosas claras, alguien que cambia de opinión cada 15 segundos, alguien que no lucha por lo que quiere, que ni siquiera lo intenta?
¿Para qué querría yo a alguien que no deja conocerse, que evita sentirse vulnerable, alguien que no aprovecha las oportunidades?
¿Para qué querría yo a un joven que no vive la vida?
¿Para qué podría querer alguien como yo a alguien como tú?
¿Para qué...?

Y tú ¿quién eres?

Soy esa piedra con la que tropiezas por el camino.
Soy ese pensamiento que viene y va cada día.
Soy ese silencio cuando estás solo.
Soy ese vacío en el pecho.
Soy esa piel que acaricias con las yemas de los dedos.
Soy el perfume en tu almohada.
Soy tu "y si..."
Soy ese escalofrío a media noche.
Soy la razón por la que tiemblas.
Soy esa mirada que te descontrola.
Soy los besos en tus sábanas.
Soy tu insomnio.

Pero aún no lo sabes.