Acabo de darme cuenta de lo que la gente ve en mí cuando me conoce por primera vez. Y es así por que me he visto reflejada en otra persona. Tantas cosas en común... estaba claro que no iba a salir bien.
Acabo de darme cuenta de que si me conociese a mi misma ni yo misma me soportaría.
¿Cómo puedo si quiera culpar a alguien por no querer estar cerca, si ni siquiera yo misma lo haría?
Si no me soporto ni yo, ¿como me va a soportar el resto?
Quizás con un cambio de actitud. Un cambio de todo... Un cambio de los de verdad, y no de esos que duran lo que tarda en llegar el primer chulito de turno que te saca dos sonrisas y te acaricia la oreja.
Un muro sería un buen cambio... ¿pero a qué precio?
El problema no es solo mi cambio de actitud, sino que la actitud del resto ya no me sorprende. Ya no me aporta absolutamente nada.
Nadie que no pretenda quedarse merece la pena el tiempo suficiente para conocerle. Y quien no espera por ti lo suficiente como para conocerte no merece la pena que se quede. Es así de sencillo.
"No soy yo, eres tú."
No hay comentarios:
Publicar un comentario