viernes, 29 de marzo de 2013

But of course you don´t know...

I´ve been thinking about it for days. I did nothing wrong.
Should I have guessed it? Should I have been ready for it?

Seems like it has become a repetitive story, always the same. And it´s my fault, cause I let it happen. Like I always do.

The same mistake with a different face. With a different name. The same lies...

But you don´t know how it feels.
You don´t know how hard it is start from scratch all over again.
You don´t know how many times I´ve been thinking about it, feeling bad.
You don´t know all the times I´ve wondered myself if there was something I could change, if there was something I could have done different, wondering if i´m the problem.
You don´t know how this could affect me or change me.
You don´t know if I cried in the inside.
You don´t know if I regret what happened.
You don´t know how much I hate this.
You don´t know me, cause you never tried to, cause you never wanted to.
You don´t know you are not the first mistake I make.
You don´t know I don´t want to see you ever again.
You don´t know how I feel when I go to bed, in the middle of the night, trying to sleep.
You don´t know, cause you dont want to, cause you dont care.


I feel guilty. But of course you don´t know...


martes, 26 de marzo de 2013

Mi superpoder.

Imagina por un momento que tienes un superpoder.

Imagina ser invisible, retroceder en el tiempo o leer la mente. Podrías evitar miradas molestas, enmendar aquellos errores que más te pesan y saber en todo momento quién te miente y quién no.

Os imagináis a vosotros mismos salvando el momento, el mundo. Aquellas cosas imposibles y grandiosas en las que podríais emplear esos dones. La capacidad de salvar a alguien de una situación desafortunada. La satisfacción de ser los héroes. La sensación de responsabilidad por algo que merece la pena...


Hoy he descubierto que tengo un superpoder.

Algo que me define, que es únicamente mío. Algo que forma parte de mí y que se me da bien sin la necesidad de esforzarme. Algo que me hace crecer y me enseña cosas nuevas cada día.


Empatía.

El poder de identificarme con otra persona. Saber lo que piensa alguien y lo que siente en cada momento, por ser algo que yo misma he vivido y sentido.
Pero no es fácil ponerse en la piel de quien no conocemos.

A veces son nuestras propias palabras o nuestros gestos los que delatan nuestros sentimientos. Como un libro abierto al mundo, esperando a ser leídos.

Ese es mi superpoder. Y no lo cambiaría por nada.



lunes, 25 de marzo de 2013

Víctima y verdugo.

¿Ser víctima y verdugo a la vez?
Víctima de otros y verdugo de uno mismo.
Víctima de uno mismo, y verdugo de otros.
Lo mismo da.
Ya no hay diferencia.
Nunca quise ser víctima, pero no soy quien para ser verdugo.

Dejaré que la lluvia lo lave todo, para no ser gato ni ratón.
Y cuando por fin pare de llover, seré la piedra que siempre quise ser.


Y yo cual presa.

Tú, ingenuo, te crees que lo tienes todo pero no ves lo que te falta.
Tú, iluso, que regalando besos esperas un milagro.
Tú que gritas con la boca tapada para no oírte a ti mismo.
Tú, que vanidoso, sólo buscas piropos,
sin diferenciar abrazo de guantazo, ni risa de burla.
Tú, caprichoso, que lo quieres todo a tu gusto y antojo,
y no ves más allá de tus propios ojos.
Tú que enamorado del espejo pecas de inseguro.
Tú que cierras las puertas a golpes.
Tú que no entiendes lo que tocas y no comprendes lo que miras.
Tú que juzgas, con los zapatos grandes.
Tú que desconoces el precio de mi error.
Tu que vas por el camino equivocado, y no diferencias lo bueno de lo malo.
Tú, que quieres ser el centro del mundo, porque te sientes pequeño.

Tú que observas y miras desde lejos.
Tú cual cazador. Y yo cual presa.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Y no sé qué es...

No dejo de preguntarme qué es lo que ha hecho que hoy no seas más que una piedra con cicatrices de guerra. Te has perdido por el camino y no sabes ni dónde estás, ni hacia dónde vas... No distingues un error de una oportunidad.
Pero lo quieres todo, aunque te canses de ello a los dos minutos. 
Y me da pena. Pena por que ni siquiera tratas de saborearlo. Por que no te ilusiona. Por que no lo intentas.
Y te entiendo...
 Aunque no sepas distinguir lo que te gusta de lo que te estorba; por que yo también estoy en el camino.

Esto lo escribí para tí, cuando aún te olía en mi ropa.