No dejo de preguntarme qué es lo que ha hecho que hoy no seas más que una piedra con cicatrices de guerra. Te has perdido por el camino y no sabes ni dónde estás, ni hacia dónde vas... No distingues un error de una oportunidad.
Pero lo quieres todo, aunque te canses de ello a los dos minutos.
Y me da pena. Pena por que ni siquiera tratas de saborearlo. Por que no te ilusiona. Por que no lo intentas.
Y te entiendo...
Aunque no sepas distinguir lo que te gusta de lo que te estorba; por que yo también estoy en el camino.
Esto lo escribí para tí, cuando aún te olía en mi ropa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario