sábado, 23 de febrero de 2013

Pero qué sabré yo...no?

Mientras tú la ignoras y la llamas únicamente para pasártelo bien, sin preguntar si quiera qué tal está, ella lleva una semana esperando que le hables aunque sea para saber como le va.
Mientras tú ignoras cuando te habla porque no te apetece hablar con ella, a ella le ha costado un esfuerzo hablarte aunque sabe que no vas a contestar.
Mientras tú le haces creer que estás interesado en ella, en conocerla y en algo más que el sexo, ella se lo cree, y se ilusiona.
Mientras tú pasas de ella porque no quieres nada más que un buen rato cuando a ti te apetece, ella siempre está disponible para ti.
Mientras tú te haces grande porque sabes que le gustas y lo aprovechas para tus antojos, ella se hace pequeña porque en el fondo se da cuenta de que eso no va a cambiar
Mientras tú finalmente demuestras que no te interesa ella intenta exculparte, y excusarte de cada uno de los desprecios que ve.
Mientras a ti te da igual todo lo que pase o no, ella se raya en su casa y se distrae, sin hacer nada en condiciones, porque se preocupa.
Mientras tú te crees que la tienes en la palma de la mano y que la puedes usar cuando quieras, ella ya se ha dado cuenta de tus intenciones.
Y mientras tú crees que sigue ahí... ella ya se ha ido.

Pero qué sabré yo... si sólo soy "esa chica".

domingo, 17 de febrero de 2013

Cuando no hay nada más que decir...

                                                Una imagen vale más que mil palabras.

martes, 12 de febrero de 2013

Ese vacío en el pecho.

Será que hoy estoy sensible. Será que no tengo un buen día, ni una buena semana, ni un buen mes... Será que al acordarme de ti se me despiertan las lágrimas. Pienso en la injusticia, la muerte, Dios, el dolor, la falta y el tiempo, que me hacen un nudo en la garganta.

Ha sido ver tus fotos y sentirte al lado... como cuando me sentaba contigo en el sofá y nos dormíamos la siesta abrazados. Como cuando jugaba con tus manos, morenas y arrugadas de tanto trabajar. Como cuando me hacías de rabiar y metías mi mano en el plato manchándomela entera... Lo que daría por que lo hicieses otra vez.

Me acuerdo de tus meriendas de melón y sandía mientras veías las películas del oeste, del día que me quitaste mi primer diente de leche, de los Phosquitos que me comprabas y que todavía hoy me sacan una sonrisa porque recuerdan a ti.
De tu colonia; esa que te ponías los domingos después de afeitarte mientras miraba embelesada cómo te recortabas el bigote.
Me acuerdo de esos ocho bolos, y sobre todo, me acuerdo de esa última nochevieja. De ti. De tus ganas de vivir.

Siempre me imagino cómo hubiesen transcurrido todos estos años que te llevo echando en falta, la de veces que me habría enfadado contigo por no dejarme salir, la de castigos que me habría llevado, y también alguna torta que otra. Lo que hubiese sido crecer contigo.

Lo diferente que sería todo... Cómo sería no tener este vacío, este agujero en el pecho.
Porque el día que te fuiste, algo de mí se fue contigo.


Y solo quiero que sepas que hubiese cumplido mi promesa.

lunes, 11 de febrero de 2013

Pero nunca he sido una cobarde...

Dicen que el corazón tiene razones que la razón no entiende...

¿Y será verdad que no todo es blanco o negro...?
La cabeza me dice todo lo contrario de lo que me dice el corazón, en un intento de protegerlo contra cualquier bombardeo de mentiras. Mentiras que hacen temblar el muro que tanto dolor me ha costado construir.
Y sé que la razón la lleva mi cabeza, todas las pruebas apuntan a ello, pero no puedo evitar que  hay algo empujándome en la dirección opuesta. Como una balanza en la que sin motivo alguno la opinión del corazón pesa mucho más. Y digo sin motivo alguno por que es así... No tengo ningún tipo de excusa, ni prueba a su favor, ni nada.
¿Es un capricho entonces?
¿O es eso que llamamos instinto? ... Instinto que suele fallar siempre en favor de todas esas cosas que debía haber tenido en cuenta antes de poner el corazón en la balanza...

Pero... nunca he sido una cobarde. Nunca he dejado que nadie me acolche la caída. Siempre que me levanto estoy preparada para caerme otra vez.

Hay quien lo llama estupidez, ganas de sufrir y pasarlo mal.

Yo lo llamo valentía; el poder de disfrutar las cosas hasta que realmente se acaban, el poder de arriesgar lo poco que tienes por el simple hecho del disfrute momentáneo del presente. Por no arrepentirme nunca de algo que no ha sucedido y pensar "¿qué habría pasado?".
Otras veces lo llamo masoquismo, y pienso que simplemente soy más feliz cuando aprovecho todas las oportunidades,y que si lo paso mal es por que al menos lo he intentado, y disfruté del camino.

Y precisamente porque nunca he sido una cobarde; disfrutaré del camino, aunque sea corto.

martes, 5 de febrero de 2013

Esa chica.

Y lo diré una y otra vez: no quiero ser esa chica.

Esa a la que llamas a tu antojo cuando tienes hambre.

Que no quiero ser esa chica que se queda esperando a que des señales de vida. Esperando un simple gesto tuyo... esperando algo que no va a suceder.
No quiero ser esa chica a la que tomas por tonta y mientes cada vez que respiras. No quiero ser la que se cree tus mentiras, o la que se hace la tonta y las ignora.

Estoy harta de tener que convencerme a mí misma de que merezco algo mucho mejor que eso.
Harta de ser la que confía, la que se entrega, la que va con buenas intenciones.
Harta de ser la que siempre acaba sufriendo: la que se rompe.
Harta de sentirme culpable.

Y todo, por que no quiero ser "esa chica".


No es verdad.

No es verdad que me ha vuelto a pasar.
No es verdad que llevo escrito ingenua en la frente, y que con cada palabra que digo permito que no me tomen en serio.
No es verdad que me gustaba.
No es verdad que en el fondo lo supiera. Que supiera que eran solo palabras sin sentido alguno, que salían de su boca y me endulzaban el oído. Y no es verdad que me gustara.
No es verdad que en realidad lo vi venir. Que desde el momento en que empezó supe que no era real, que no acabaría bien. Que era todo zalamería. Que era todo mentira.

Ingenua, tonta, inocente, estúpida, boba, necia, mema...

No es verdad que no quise creerlo.

No es verdad.