miércoles, 17 de abril de 2013

"¡¡Despierta idiota!!"

Y en realidad...
¿Qué era lo que esperaba?
¿Qué era lo que quería?

Está claro que no ha salido como yo pensaba o imaginaba, como a mí me hubiera gustado.

Un gesto dulce, una mirada excitada, una sonrisa nerviosa, un comentario incitante...

No.

Ha sido una jarra de agua fría y un grito al oído:

¡¡Despierta idiota!!

Despierta que él ya no piensa en ti.
Ya no se pone nervioso al verte.
Ya no siente.
Ya no miente.
Ya no se arrepiente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario